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El vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista, Pelegrín Castillo, alega que hay una componenda internacional en contra de la República Dominicana. Inter News Service
Santo Domingo, 20 dic (INS).- Una caminata convocada por organizaciones de haitianos para el próximo domingo en Santo Domingo, es considerada como un desafío a la población dominicana por el vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo.
La caminata se realizará en el entorno del parque Mirador Sur, Distrito Nacional, y tiene como motivación visibilizar el tema de los aportes que realiza la vecina nación y para agradecer la acogida que reciben de la República Dominicana, según los promotores.
Castillo dijo que ese movimiento, que califica de una “enmascarada como actividad deportiva y recreativa”, es la respuesta a la reacción nacional de rechazo a la firma de los Pactos de Migración y Refugiados y al clamor a favor de un muro fronterizo.
El político formuló un llamado a los ciudadanos a no esperar el mes de la Patria para colocar la bandera dominicana en los hogares para así preservar la dominicanidad adquirida luego de la declaratoria en 1844 de la Independencia frente al dominio del régimen de Haití.
Advirtió que “ese movimiento de protesta encubierta y maliciosa viola el artículo 25 de la Constitución de la República, relativo al estatuto de extranjería, por lo que el Ministerio de Interior debe intervenir para hacer respetar ese mandato”.
“Nadie puede hacerse el ingenuo, pues desde hace tiempo venimos enfatizando que no es cierto que República Dominicana tiene problemas de migración ocasionado por el desarrollo desigual insular. Confrontamos un problema internacional complejo y peligroso, con serias implicaciones de seguridad nacional e internacional, provocado por el colapso de Haití como estado y la irresponsabilidad criminal de poderes internacionales de querer imponer una solución dominicana a dicho problema”, explicó.
El exministro reiteró que desde hace años los haitianos y sus aliados locales y foráneos “vienen preparando infraestructuras de apoyo con miras a lograr por todos los medios, incluidos, los insurreccionales, sus metas de imponerse en la parte oriental de la isla”, compartida por República Dominicana y Haití.
Castillo expresó que las autoridades conocen lo que sucede y actúan con temor, como lo acontecido en la revuelta laboral en Rancho Arriba en febrero del 2015; o el más reciente intento de celebración haitiana en el Altar de la Patria en Santo Domingo, el mismo día en que se reconstituía el ejército haitiano.
“Los haitianos están ocupando el territorio nacional, existe un traslado masivo de poblaciones con apoyo de una facción anti nacional y poderes extranjeros, y aunque existía un plan A, que se concibió con Hillary Clinton en la Casa Blanca, con la contrariedad que representó la elección de Donald Trump con su agenda nacionalista se ha pasado al Plan B, que supone preparar escenarios que propicien más injerencias y eventualmente, una intervención humanitaria”, dijo el exlegislador.
Denunció que el escenario internacional y regional “obliga al liderato nacional a actuar con responsabilidad y unificar políticas de estado mediante una conferencia nacional, así como a prevenir y deshacer la estrategia haitiana de encadenar sus protestas en Haití con movilizaciones de los haitianos aquí reclamando sus supuestos derechos de nacionalidad, que es la médula de su posición antidominicana”.
Se recuerda que el 22 de julio de 2015, miles de personas participaron en una marcha pacífica en Puerto Príncipe, la capital de Haití, en rechazo a la política migratoria que promueve la República Dominicana.
En esa ocasión, los manifestantes reclamaban a las autoridades quisqueyanas poner fin a unas medidas que afectan principalmente a los haitianos indocumentados que ingresan a menudo a través de los puntos fronterizos.
Otra protesta se produjo en el municipio Elías Piña, provincia Comendador, comunidad situada a 254 kilómetros (157 millas) al suroeste de Santo Domingo en la que 500 haitianos pedían que “se unifique la isla, que cesen los abusos, arbitrariedades y las deportaciones de nuestros compatriotas, y que los gobiernos dominicano y haitiano busquen mecanismos para reducir la tensión que cada día se intensifica”. INS
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