EEUU-En alza el reclutamiento de maestros boricuas en escuelas de Estados Unidos (+Fotos)

Steven Lasalle, maestro boricua de educación física en Flinstone Elementary School. Inter News Service/Juan Carlos Melo

Por Juan Carlos Melo

Maryland (EEUU), 16 dic (INS).- El imparable crecimiento de la población hispana en Estados Unidos, que se evidencia con mayor ahínco en los planteles escolares, está generando en Maryland una multiplicidad de oportunidades laborales para los maestros puertorriqueños, que ven en su tierra como cada día se torna más lejana la posibilidad de lograr un mayor salario y mejores condiciones de empleo.

Los datos más recientes del Centro Nacional de Estadísticas de Educación (NCES, siglas en inglés) correspondientes a 2017 revelan una enorme escasez de maestros bilingües en más de 40 estados de la nación estadounidense.

Solo el 8,8 por ciento de los maestros en el sistema de educación pública es hispano, mientras que la población estudiantil latina, en el mismo escenario, es de 26%.

Por ello, agencias de empleos y dependencias gubernamentales en el área de educación de diversos estados, como Illinois, Texas y Nueva York, están recurriendo cada vez con más frecuencia a Puerto Rico a reclutar docentes.

Hace un par de semanas, por ejemplo, personal de las Escuela Públicas del Condado de Prince George (PGCPS, siglas en inglés) del estado de Maryland realizaron actividades en distintas universidades de Puerto Rico (Bayamón, Ponce, San Germán y San Juan) para contratar docentes boricuas en las áreas de matemáticas, ciencias, educación especial e idiomas.

Es la segunda visita que el personal de PGCPS realiza a la isla caribeña durante este año. En la primera, a mediados de junio, reclutaron un promedio de 25 maestros.

Tomás Rivera, coordinador ejecutivo de reclutamiento escolar del condado, asegura a la agencia Inter News Service (INS) que en los últimos cinco años realizando ferias de empleo en Puerto Rico ha contratado sobre 225 educadores. No obstante, asegura que aún se necesitan más.

Prince George es uno de los 24 condados del estado de Maryland, el segundo más poblado, que cuenta en la actualidad con una matrícula en el sistema público de 134 mil estudiantes de los cuales 34% son hispanos, grupo que ha experimentado un crecimiento de 17% en los últimos 10 años.

Rivera sostiene que al presente, el total de docentes de habla hispana en las escuelas de su condado es de solo 4%, de los cuales la mitad son profesores puertorriqueños.

“Necesitamos maestros latinos en todas las áreas (de enseñanza) que sepan trabajar con la diversidad del sistema que ahora mismo está entrando en una situación en la que el estudiante latino está en crecimiento, tenemos que alcanzar a ese estudiante y se hace mucho más fácil si ese maestro es latino”, expresa Rivera, al tiempo que hace referencia a estudios que establecen que si un alumno comparte experiencias similares en idioma o cultura a las de su profesor, el proceso de aprendizaje tiene un mejor impacto.

Y es que muchos de los estudiantes hispanos que entran por primera vez a un salón de clases en Estados Unidos llegan con rezago académico y no hablan inglés. En la mayoría de los casos sus padres tampoco conocen el idioma, situación que dificulta, en un principio, el aprendizaje del estudiante.

Por ello la urgencia del docente hispano en las escuelas de Estados Unidos, ya que estos pueden fungir como educadores y, en algunos casos, como intérpretes.

DE DIRECTOR DE ESCUELA A MAESTRO DE EDUCACIÓN FÍSICA

Para Steven Lasalle, un maestro puertorriqueño de educación física de la elemental Flintstone, en Maryland, el hacer de traductor en el plantel escolar es una función voluntaria que disfruta.

Precisamente, a Lasalle lo encontramos a la salida de su turno de trabajo explicándole a un padre salvadoreño la razón por la que el director interino de la escuela no le permitía llevarse a sus niños.

“Yo vine a buscarlos, soy su papá, pregúnteselo a ellos”, le decía un tanto desconcertado el inmigrante de poco más de 46 años al hombre anglosajón, quien tuvo que recurrir al puertorriqueño para que fungiera de traductor.

“Debe entregarle estos dos formularios (hojas amarilla) a la mamá, quien matriculó a los niños en la escuela, para que lo autorice a usted a recogerlos. Cuando traiga mañana los papeles firmados usted podrá recoger los niños, hoy no se los puede llevar”, le dijo el boricua al corpulento salvadoreño luego de escuchar las palabras en inglés del funcionario escolar. Acto seguido, el padre respiró profundo y se retiró con los papeles en mano.

Lasallle, quien reconoce que el ser bilingüe le ayudó a ser reclutado el año pasado por PGCPS, dice que son muy comunes las situaciones en las que tiene que mediar como traductor, ya que los intérpretes con los que cuenta la escuela muchas veces no dan abasto.

Al compararlo con el de Puerto Rico, el aguadillano afirma que el sistema escolar de Estados Unidos es muy diferente, “muy diverso y un poco cuesta arriba adaptarse” pero que ha valido la pena aceptar el reto, más que nada, por la “excelente” paga y las oportunidades de crecimiento que este le ofrece.

Menciona, no obstante, que lo más difícil que ha tenido que enfrentar durante los 15 meses que lleva en Maryland es la ausencia de su esposa e hijos, por lo que espera que pronto vengan a vivir con él.

Como Lasalle, son muchos los docentes que han tenido que emigrar y separarse de sus familias en busca de trabajo, empujados por un sistema de educación en Puerto Rico que en los últimos dos años ha cerrado más de 400 escuelas.

“En Puerto Rico van a seguir cerrando escuelas, yo fui maestro de escuela elemental y superior, fui director de escuela y luego supervisor escolar, y aun estando tanto tiempo en el sistema educativo mi salario no llegaba ni cerca al que tengo hoy”, confiesa Lasalle a la agencia INS.

En la Isla, el sueldo base para un maestro recién graduado es de $21,000 anuales, mientras que aquí en Maryland, el maestro empieza ganando entre $47,000 a $49,000 y puede llegar hasta los $105,000 si cuenta con grados a nivel doctoral.

Por ello a Rivera no le sorprende ver en las ferias de empleo que realiza en la isla a decenas de maestros con amplia preparación académica. Asegura que “asiste mucho docente que tiene un nivel de frustración bastante alto con el sistema público”.

“Además del bajo salario, los maestros me dicen cosas como que no tenemos papel, no tenemos forma de sacar fotocopias, tenemos computadoras pero no tenemos acceso al Wifi”, cuenta sorprendido el reclutador, quien también ha escuchado casos donde maestros muy preparados se ven forzados a tomar trabajos a medio tiempo –fuera de su área de estudio‑ para poder sostenerse económicamente.

MAESTROS EN “FAST FOOD” PARA PODER PAGAR EL AGUA

“Eso es así, tengo mucho maestro trabajando en fast food, esos yo los veo limpiando, me los he encontrado cerrando los negocios, pasando mapo. Tengo maestros que venden hasta aluminio, que recogen lata”, relató con tristeza Aida Díaz, presidenta de la Asociación de Maestro de Puerto Rico (AMPR), colectivo que representa a los docentes de las escuelas públicas.

“Mi trabajo en Subway me ayuda a pagar el agua, la luz, la compra”, admitió en entrevista previa Heiddy Negrón, una maestra de salón escolar desde 2008, que al momento de la entrevista llevaba poco más de dos años laborando en el establecimiento de comida rápida.

Madre de dos hijos, Negrón dijo que se vio en la necesidad de tomar el segundo empleo para poder sufragar los gastos de su hogar, ya que el sueldo de maestra ‑$1,750 al mes‑ no le era suficiente.

Como Negrón también está Frank Lebrón, un experimentado maestro de inglés de grado 12 cuyo trabajo a medio tiempo es en jardinería.

“Trabajo en landscaping, yo hago jardines, doy mantenimiento de patios después de las tres de la tarde a cualquier cliente que esté disponible”, relata con humildad el maestro quien en un momento ponderó emigrar para trabajar en las escuelas de Texas pero la empresa que intentó reclutarlo reconoció que no podía pagarle el salario que le correspondía ‑$76,000 a $80,000‑ en caso de que por su preparación y experiencia solicitara una reconsideración.

En ese sentido, confiesa que su trabajo a medio tiempo le es sumamente importante, ya que le permite ayudar en los gastos universitarios de uno de sus hijos.

“Ningún trabajo es deshonroso pero maestros con dos trabajos no debería estar pasando en una sociedad como la nuestra, donde se supone que la educación es algo que se valora”, reconoció la presidenta de la AMPR ala agencia Inter News Service (INS).

Agregó que “los maestros se sienten frustrados” y que por eso es que muchos han abandonado el país. “Ahora mismo hay escasez de maestros en muchísimas áreas porque si encuentran mejores oportunidades las van a tomar”, manifestó la líder de los maestros asociados.

Según datos provistos por Alberto Velázquez, gerente de proyectos estadísticos del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, en 2017 unos 2,047 maestros migraron del país. Durante ese año la Encuesta sobre la Comunidad de Puerto Rico, que anualmente publica el Censo de Estados Unidos, estableció en 97,000 la cifra de boricuas que partieron a Estados Unidos.

El reporte solo incluye algunas de las personas que emigraron luego del paso del devastador huracán María en septiembre de 2017.

Maryland no se ubica entre los principales estados de la nación norteamericana con gran asentamiento puertorriqueño, pero “la presencia del boricua en los planteles escolares se deja sentir”, cuenta Rivera.

De acuerdo con la Encuesta sobre la Comunidad, la población boricua en Maryland ascendió de 41,841 en 2012 a 50,964 en 2017.

En el condado de Prince Georges, desde donde salió Rivera el pasado domingo para reclutar boricuas durante toda esta semana, se estima que residen unos 5,846 personas que se identificaron como puertorriqueños.

A la pregunta de por qué buscar puertorriqueños para fungir como maestros y no mexicanos u otros profesionales hispanos que representan mayoría poblacional en el estado, Rivera estableció que es por la similitud del sistema escolar y por la fácil empleabilidad.

“Muchas de las escuelas en Puerto Rico son Título I, tienen que seguir un currículo que está basado por el sistema federal, y muchas de las experiencias que se viven en las escuelas de la Isla, también se ven aquí”, afirma el reclutador, al tiempo que destaca que al maestro que vive en el estado también se le da participación.

“El proceso de reclutar en Puerto Rico es un poco más acelerado por el hecho de las visas y de los permisos especiales que algunas veces si reclutamos maestros en otras áreas necesitan tenerlo”, estableció en entrevista separada Melissa Rivera, vocera en español de las escuelas públicas del condado de Montgomery.

CON LA MIRA EN MAYAGÜEZ PARA RECLUTAR PROFESORES

Montgomery es otro condado, el de mayor población del estado de Maryland, que también está a la caza de maestros boricuas. Su oficina de Recursos Humanos visitó por primera vez la isla en enero para reclutar 12 profesores para este ciclo académico y este próximo año esperan duplicar la cifra.

“Estamos buscando maestros bilingües de todas las especialidades, sobre todo de español, de inglés, hay una gran necesidad de maestros de matemáticas, de ciencias, todos a nivel secundario, y en ese sentido estamos mirando el área de Mayagüez para reclutar maestros de matemáticas”, estableció Melissa Rivera, portavoz escolar de Montgomery.

Sostiene que una de las prioridades estratégicas del sistema escolar del condado es aumentar el número de escuelas que tienen programas bilingües o de inmersión dual, que en la actualidad son nueve.

La fuerza trabajadora hispana en el sector educativo del condado es de 13,9%. Los estudiantes hispanos representan el mayor grupo estudiantil del condado con un 32,3%, seguido por los caucásicos (28,3 %), afroamericanos (21,4%) y asiáticos (14,4%).

“Hace dos años los hispanos son el principal grupo demográfico en las escuelas de Montgomery y se proyecta que ese por ciento siga aumentando”, dijo Rivera, puertorriqueña que llegó al estado de Maryland hace poco más de dos años.

La población hispana en Montgomery ha tenido un incremento de 3% en los últimos siete años. De 151,842 en 2010 a 197,242 en 2017, según los estimados más recientes de la Encuesta sobre la Comunidad.

Melissa Rivera sostiene que aunque el condado tiene maestros caucásicos y afroamericanos que tienen estudios en español, que son maestros de ESOL (programa de inglés como segunda lengua) y que ayudan a los estudiantes de habla hispana, hay una necesidad de docentes latinos.

Por ello, tanto su condado como el de Prince George han redoblado los esfuerzos para atraer maestros boricuas ofreciéndoles buenos salarios e incentivos que ayuden en su reubicación. También les asignan mentores que los asisten en la preparación de los planes de trabajo.

Ambos reconocen que la transición es sumamente difícil, “que no la puede todo el mundo porque es un cambio drástico”.

“Todo es una transición, no se va a dar de un día a otro. Si el maestro quiere hacer ese cambio y quiere regresar porque a lo mejor esto no fue lo que quería, es porque decide irse, no es porque no dio el grado. Tenemos un nivel de conciencia bien alto de lo que se necesita para apoyar a ese maestro”, sentenció el reclutador de las escuelas del condado de Prince George. INS

jcm/ndc

CALCES:

Steven Lasalle, maestro boricua de educación física en Flinstone Elementary School. Inter News Service/Juan Carlos Melo

Melissa Rivera, oficial de prensa del sistema escolar del condado de Montgomery. Inter News Service/Juan Carlos Melo

Tomas Rivera, coordinador ejecutivo de reclutamiento de las escuelas del condado de Prince George. Inter News Service/Juan Carlos Melo

Maestros boricuas radicados en Maryland en un compartir durante los eventos del Mes de la Herencia Hispana. Inter News Service/Juan Carlos Melo

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