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San Juan, 17 oct (INS).- La organización magisterial Educadores por la Democracia, Unidad, Cambio, Militancia y Organización Sindical (Educamos) repudió las acciones tomadas por el Departamento de Educación en contra de un maestro que reaccionó a las provocaciones de un estudiante de 13 años de Educación Especial en la escuela Juan B. Huyke, en San Juan.
“El maestro llama al orden al estudiante y es empujado por éste una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete veces hasta arrinconarlo contra la pared, mientras alguien filmaba la escena entre las risas y burlas de algunos. Eso es lo que se desprende del vídeo. Luego de eso, la secretaria de Educación suspendió al maestro sin que haya mediado investigación alguna”, señala Educamos.
Agrega que han “denunciado reiteradamente que los cambios implantados por la presente administración han causado problemas de hacinamiento, de concentración de alumnos que llegan de diversas comunidades muchas veces con problemas entre sí, sin materiales y sin el personal de apoyo necesario”.
“También hemos señalado que al concentrar una alta matrícula de estudiantes del Programa de Educación especial están convirtiendo a los maestros regulares en maestros de educación especial sin las debidas herramientas y apoyos. Por otro lado, la agencia se ha encargado de proyectar al maestro o maestra como si fuera una cosa desechable”, señala la organización encabezada por Eva Ayala Reyes.
El Departamento de Educación removió ayer de su centro de trabajo al maestro de estudios sociales de séptimo y octavo grado, tras protagonizar el viernes pasado un incidente en el que tuvo contacto físico con el estudiante.
Para Educamos, “el mensaje que se envía al país es que un estudiante puede indisciplinarse, agredir reiteradamente al educador, burlarse, grabarlo y, encima de eso, radicarle querella por maltrato y que el Departamento de Educación apoya todo eso sin investigar”.
Y luego hizo una analogía: “El vídeo refleja al gobierno, representado por la secretaria que empuja al magisterio una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y tantas otras veces, lo arrincona, proyecta una imagen de desprecio hacia este personal mientras los contratistas, privatizadores y amigos del alma se burlan y hacen fiesta a costa del dolor y carencias de nuestra gente”.
Por último, el sindicato reiteró su rechazo “a la política establecida por el Departamento de Educación y hacemos un llamado a que los procesos sean justos”. INS
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