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Ciudad del Vaticano, 14 oct (INS).- Ante miles de feligreses congregados en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco proclamó hoy siete nuevos santos de la Iglesia Católica, entre los cuales figuran el pontífice Pablo VI y monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado por la ultraderecha salvadoreña.
Empuñando la férula papal utilizada en vida por Pablo VI y ataviado con el cíngolo ensangrentado que portaba el obispo mártir salvadoreño cuando fue asesinado hace 38 años, Francisco se dirigió al estrado ubicado junto a la entrada principal de la basílica de San Pedro, desde donde pronunció la fórmula de canonización.
De esa manera ingresaron también al santoral católico los sacerdotes diocesanos Francisco Spinelli (1853-1913) y Vincenzo Romano (1751-1831), las vírgenes María Caterina Kasper (1820-1898), y Nazaria Ignazia de Santa Teresa de Jesús March Mesa (1889-1943), además del laico Nuncio Sulprizio (1817-1836), precisó la agencia Prensa Latina.
En la homilía, Francisco se refirió a los exaltados, en especial a Pablo VI, a quien definió como profeta de una iglesia extrovertida que mira lejos y presta atención a los pobres.
Añadió que “en medio del cansancio y las incomprensiones, demostró en modo apasionado la belleza y alegría de seguir totalmente a Jesús”.
“Hoy nos exhorta otra vez, junto al Concilio del cual fue sabio timonel, a vivir nuestra vocación común: la vocación universal de la santidad”, señaló el papa Francisco.
A continuación resaltó el hecho de que junto a Pablo VI y los otros santos, esté monseñor Romero, quien “dejó la seguridad del mundo, incluso la propia, para dar la vida según el Evangelio, cerca de los pobres y de su gente”.
En la ceremonia litúrgica participaron los 267 padres sinodales que asisten al Sínodo de Obispos dedicado a la juventud, el cual sesionará Roma hasta el próximo día 28, además de delegaciones gubernamentales y estatales de Italia, España, El Salvador, Chile, Panamá y Francia.
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