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Por Obed Betancourt-Especial para Inter News Service
San Juan, 27 sep (INS).-La versión que Aurea Vázquez Rijos, acusada de contratar la muerte de su marido Adam Joel Anhang, sostuvo ayer miércoles en la corte federal de que nunca fue emplazada por una demanda de divorcio de su cónyuge y que realmente él no querría divorciarse, se distancia con las notas de la investigación policíaca estatal.
El 23 de septiembre, en cuya madrugada Adam Joel fue asesinado, muriendo pocos minutos después de la medianoche, las notas de la investigación policíaca indican que “supuestamente Aury recibió copia de la demanda de divorcio ayer”, es decir, el día 22 de septiembre, cuando en la mañana fueron a terapia de familia.
El documento donde el investigador policíaco anotaba sus hallazgos (en poder de este redactor) refleja también que “el lunes 19 de septiembre de 2005 Aury amenazó y tuvo una discusión con Adam en la noche”.
Más aun, estando enfermo en el hospital en el verano, Adam Joel le pidió a su amigo y socio Roberto Cacho que se mantuviera con él en el hospital porque Aurea se había enterado de sus deseos de divorciarse y ella apareció en el hospital y lo increpó en su lecho de enfermo.
En la terapia del día 22 Aurea le habría afirmado que sencillamente no firmaría los papeles de divorcio y que “tendría que esperar bastante” para divorciarse.
Adam Joel le dijo ese día de terapia, el 22 de septiembre, que el divorcio podía ser “amigable” o “nasty”.
“Solo trata, no voy a dejarte ir así de fácil”, le respondió Adam Joel, según la evidencia en poder de la fiscalía federal.
Cuando se citaron para conversar esa noche sobre el divorcio, Adam Joel retiró la demanda que había presentado en corte el día anterior (el 21), y que era una demanda bajo la causal de trato cruel y ruptura irreparable, y en el que la acusaba de serle infiel, entre otras cosas, como “injurias graves, maltrato emocional, verbal y por conducta exhibida hacia otros caballeros; incomprensión y un grado extremo de incompatibilidad de caracteres que llega al punto de hacer imposible la vida conyugal”, reza el documento de divorcio.
Adam Joel retiró la demanda en espera de que pudiera llegar a un acuerdo con su esposa y no tener que proceder de manera hostil.
No obstante, Aurea dijo en corte que ambos se amaban al momento del asesinato y que no se divorciarían.
Por otro lado, la investigación periodística de este reportero reflejó que quien sugirió la terapia de familia no fue ella, sino la madre de ella, Carmen Rijos.
Aurea dijo que al tribunal que ver sus problemas maritales sugirió la asistencia sicológica. No obstante, la sicóloga sostiene en una deposición jurada que Aurea creía que, si bien tenían discusiones, no había verdaderos problemas en el matrimonio y que todos los problemas de la pareja eran causados por Cacho.
Mas tarde surgió en el juicio que Aurea también quería matar a Cacho.
La sicóloga afirma que Aurea no estaba comprometida con la terapia.
No ha surgido como parte de la prueba de la fiscalía federal que Adam Joel encomendó a un investigador privado que se asegurara si efectivamente Aurea le era infiel.
El día antes de su muerte, Adam le escribió a Cacho: “Te necesito, estoy un poco asustado ahora, pero aun estoy en la oficina bregando con algunos asuntos. Te llamo cuando termine”.
Cacho le respondió previniéndole que no se acercara a Aury, porque esta sería capaz de crear una situación bajo Ley 54 (de violencia doméstica). Y con gran pesar le dijo: “creo que tú estás esperando todavía una especie de milagro, algo que tú sabes a este momento que sencillamente no existe”, en torno a un divorcio amistoso.
Cacho había indicado en un mensaje a la abogada de Adam Joel que “el día que (ella) conoció a Adam le dijo que su negocio era un ´escort service´ para ejecutivos con muchachas finas y universitarias. Lo único que no quedó claro ese día era si ella a su vez proveía dichos servicios profesionales, cosa que con el paso del tiempo hemos podido conformar por sus propias expresiones y aquellas de terceros. Tan pronto conoció a Adam comenzó a trabajar en un proceso que ella llamaba de conseguirse un ´auspiciador´ que le financiara su deteriorado nivel de vida en Puerto Rico. Ella alegaba haber tenido un auspiciador en la ciudad de Neva York que financió su nivel de vida a cambio de ciertos favores que no vale la pena mencionar en esta comunicación”.
La noche en que se encaminó a su muerte en el Viejo San Juan, el BMW lo guiaba Aurea, no permitió que Adam Joel lo condujera, y a quien recogió en su apartamento en el Regency, en Condado, según el testimonio de un oficial de seguridad a la Policía.
Por otro lado, la versión que Aurea vertió ayer miércoles sobre cómo ocurrieron los acontecimientos de sangre son exactamente los mismos que le dijo a la Policía el día 24 de septiembre, a la 1:25 de la tarde, mientras convalecía en el hospital.
No obstante, se contradice sobre la ruta que siguieron para buscar el auto. En la corte dijo que subieron por la Tanda hasta la calle Luna y doblaron a la izquierda, hacia el estacionamiento La Cochera.
A la Policía le indicó que subieron por la San Justo hasta llegar a la calle Luna y erraron al tomar hacia la derecha, así que giraron de vuelta por la Luna y fue cuando encontraron a dos maleantes, uno de los cuales asesinó a Adam.
La versión de todos los testigos contradice esta versión, inclusive aquella en la que Aurea alega que gritó tan fuerte que sus gritos se habrían escuchado en Bayamón.
Una testigo indica que eAurea se mantuvo callada mientras asesinaban a su esposo frente a ella, INS
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