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San Juan, 21 sep (INS).- El presidente electo pero no juramentado del Colegio de Abogados, Edgardo M. Román Espada, lamentó la muerte del abogado Carlos J. Cotto Cartagena, cuyo cuerpo fue encontrado en la madrugada de hoy con evidentes rastros de haber sido asesinado, en Miramar.
“El asesinato del licenciado Cotto Cartagena, así como el de otras tantas víctimas de homicidio, no debe quedar impune. Es momento de expresar nuestra solidaridad con la familia y amigos”, afirmó Román Espada en declaraciones escritas.
El Colegio agrupa a poco más de 3,000 abogados, de sobre 8,500 abogados activos.
“Confiamos en que las autoridades esclarezcan el crimen y que la clase togada pueda dar apoyo a la familia del Lcdo. Cotto Cartagena”, expresó el presidente del CAAPR, quien juramentará su cargo el próximo 29 de septiembre de 2018.
Cotto Cartagena saltó a la palestra pública al ser el testigo estrella en 2008 contra Jonathan Román Rivera, acusado de asesinar al empresario canadiense Adam Joel Anhang.
Este abogado identificó en la corte estatal a Jonathan como la persona que asesinó al millonario empresario, al indicar que estuvo cerca del asesinato y lo vio todo.
Sin embargo, luego se supo que no llevaba sus espejuelos puestos y que un empleado de La Cochera negó que Cotto Cartagena pudiera haber visto, como indicó el testigo en corte, el asesinato desde el lugar en que se encontraba. Este empleado nunca fue entrevistado por la Policía, aunque sí por el FBI, que logró excarcelar a Jonathan al investigar y detener al verdadero asesino, Alex Pabón Colón, quien admitió el asesinato y confesó que fue contratado por Aurea Vázquez Rijos, esposa del finado, su hermana Marcia Vázquez Rijos y el entonces compañero de esta, José Ferrer Sosa.
Cotto Cartagena era interesado para entrevista como testigo de defensa por Lydia Lizarríbar, abogada de la acusada Aurea Vázquez Rijos.
Parte de la defensa de la llamada “viuda negra” es rehabilitar el juicio contra Jonathan y apoyar sus conclusiones de convicción contra este y así restarle credibilidad a Pabón Colón, testigo estrella contra las Vázquez Rijos y Ferrer Sosa.
La defensa también intenta desacreditar ese testimonio bajo el palio de que es inestable mentalmente. Ya se determinó judicialmente que al momento de confesar los hechos en abril de 2008 Pabón Colón estaba apto mentalmente.
Cotto Cartagena era hijo de la juez retirada María Inés Cartagena.
Esta se conoció en todo el país cuando el entonces gobernador Luis Fortuño y el entonces secretario de Justicia Guillermo Somoza la criticaron por reclasificar un delito de asesinato en primer grado a uno en segundo grado imputado a un hombre convicto de asesinar a su expareja, luego de que la fiscalía no usara la palabra “premeditación” en el pliego de cargos, a pesar de que esas denuncias corrieron las reglas 6 y 23 sin problema alguno.
El sujeto fue convicto de asesinar a puñaladas a su expareja Wanda Ivette Camacho en una tienda de licores en Ceiba pero enfrentando una sentencia de 25 años, y no una perpetua. Finalmente el Tribunal Supremo le dio la razón a la Fiscalía.
La jueza fue relevada de sus cargos de juez administradora de Fajardo y, según se reseña en diarios de 2013, para alivio de los empleados. INS
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