P. Rico-Catedrático de la UPR refuta la interpretación del gobierno sobre la baja en la tasa de desempleo y el alza en la tasa de participación laboral

San Juan, 4 ago (INS).- El doctor Edwin H. Morales Cortés, catedrático del Instituto de Relaciones del Trabajo (IRT) fde la Universidad de Puerto Rico (UPR), expuso que la interpretación de funcionarios del gobierno es incorrecta con relación a las estadísticas más recientes referentes a la tasa de participación a junio de 2018 (40.1) y la tasa de desempleo (9.2).

Lo anterior, señala, se produce porque “no toma en consideración una serie de factores que inciden en los cambios reflejados en las respectivas tasas”.

Entre los principales factores no explicados con relación a la disminución de la tasa de desempleo, apunta a personas que ya no buscan empleo por no haber logrado conseguir, aquellos que consiguen oportunidades que no llenan sus expectativas, la emigración masiva o estar excluido de la definición y, por consiguiente, de los segmentos poblaciones considerados en las fórmulas aplicadas.

Se observó que se redujo en mil personas la cantidad en el grupo trabajador al comparar los datos de junio de 2018 con los de junio de 2017. Lo anterior afecta los cambios en las tasas de referencia donde el secretario del Trabajo y el gobernador reclamaron logros históricos.

El docente aclaró que “la fórmula para calcular el desempleo no considera a personas que componen la categoría ‘fuera del grupo trabajador’, por cualquiera de los siguientes aspectos: muy joven o muy mayor, falto de destrezas, no desea trabajar, problemas de transportación o no puede trabajar por razones personales”.

Tampoco incluye las personas que se ocupan de su hogar, estudiantes que no realizan ninguna actividad económica, jubilados o prejubilados con condiciones de salud que no pueden trabajar o personas con diversidad funcional, personas que reciben pensión por razones distintas a la jubilación o prejubilación, personas que realizan trabajos benéficos sin recibir remuneración para ello, no tienen empleo ni lo han buscado en las cuatro semanas anteriores a la entrevista.

Subrayó el docente que “interpretar estos datos sin conocer estas exclusiones, induce a error. Además, existen personas que se clasifican como desalentados, que han dejado de buscar trabajo, ya que perciben que no conseguirán trabajo o que los trabajos disponibles no se ajustan necesariamente a sus expectativas”.

En cuanto a la tasa de participación laboral, se considera la proporción de la población civil no institucional de 16 años o más que forma parte del grupo trabajador. “Por consiguiente, los desalentados al dejar de buscar empleo no estarían siendo considerados como parte del grupo trabajador”.

Advierte que “las estadísticas no sugieren necesariamente que los cambios en las tasas de referencia se deban a que exista una mayor cantidad de empleos y una mayor cantidad de personas trabajando en términos netos. Por otro lado, se observa que parte del segmento población que se ha insertado recientemente en el mercado laboral es a través de empleos por cuenta propia”.

En este renglón se reflejó un aumento de 22 mil personas trabajando por su cuenta. Se destaca que la cifra de empleo total, que apenas se utiliza en Puerto Rico, incluye a los empleados asalariados, los que trabajan por su cuenta o aquellos que realizan trabajo en empresas familiares, sin recibir remuneración.

El doctor Morales Cortés planteó que el factor de emigración ocurre en parte ante la carencia de oportunidades laborales. También incide en el proceso de toma de decisiones las características de las oportunidades laborales en el exterior con base en las expectativas del trabajador.

Destacó que “existe una brecha importante entre la remuneración entre Puerto Rico y los Estados Unidos y en las prestaciones o beneficios que tienden a otorgarse en el sector privado”.

Acotó que el salario mínimo en EEUU tiende a ser precisamente un “mínimo” inicial, pero que, de facto, “en Puerto Rico constituye un tope salarial que puede perdurar hasta la separación voluntaria o involuntaria del empleo. Se suma al cuadro integral de consideraciones la depresión económica que afronta el país y los altos costes de vida en función de los niveles de ingresos de los trabajadores y sus familias”.

“Hoy en día toma más tiempo conseguir un empleo que lo que demoraba antes, por lo que este aspecto también tiende a explicar el que haya más desalentados. Por otro lado, si la persona que recibe ayudas gubernamentales y pudiera trabajar calcula el beneficio neto económico de trabajar contra no trabajar y continuar recibiendo estas, podría tender a optar por no reinsertarse en la fuerza trabajadora”, asegura el especialista.

Morales exhortó a los legisladores y al Ejecutivo a incentivar el trabajo y crear las oportunidades de empleo digno y no castigar a este segmento poblacional desventajado. Lo anterior, si es que se pretende que las ayudas y subsidios sean temporales y que representen un factor motivador para lograr movilidad social y económica de la clase pobre del país.

El docente mencionó que “otros factores que inciden indirectamente en la tasa de desempleo y de participación laboral suelen ser una reducción significativa en la tasa de natalidad (una reducción de aproximadamente el 50%), el aumento en la expectativa de vida y, por consiguiente, el efecto de ambos factores en el envejecimiento de la población y de parte de la fuerza trabajadora”.

Finalmente, el catedrático urgió a funcionarios gubernamentales a “no realizar análisis simplistas de las estadísticas laborales sin considerar todas las variables que inciden en las dinámicas del mercado de empleo ante el contexto y las circunstancias actuales de la realidad puertorriqueña”.

Morales Cortés concluyó que “los números no pueden interpretarse en un vacío. Se requiere de conocer el contexto y las circunstancias particulares que inciden en el mercado de empleo”. INS

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