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San Juan, 25 jun (INS).- El representante del Partido Popular Democrático (PPD) Ramón Luis Cruz Burgos exigió al Partido Nuevo Progresista (PNP) “dejar de complacer a José Carrión III y el capricho de la Junta de Control Fiscal con la derogación de la Ley 80”.
Cruz Burgos solicitó un “detente a los mal llamados ‘esfuerzos de consenso’, ya que los efectos de cada nuevo invento son cada vez más dañinos, peligrosos y lo que buscan es hacerle un favor económico a la empresa de Carrión”.
El representante recordó la denuncia que hizo hace unas semanas “y que no fue contestada en sus méritos, pues al único que beneficia la derogación de la Ley 80 es a la empresa de seguros de la que Carrión es presidente de su junta de directores”.
“Advertí que la insistencia de Carrión en condicionar la aprobación del presupuesto del país a una ley que nada tiene que ver con la crisis fiscal de la isla y que carece de impacto en la economía, no sólo es un chantaje, sino que constituye un conflicto de interés insalvable”, precisó el representante del distrito 34.
Añadió que “la nueva propuesta de trastocar la Corporación del Fondo del Seguro del Estado (CFSE) no sólo es utilizar las primas que pagan los patronos para atender los accidentes en el empleo para pagar compensaciones por despido, sino que acerca la discusión de la privatización de esa entidad”.
“Al hacerlo, se le pone en bandeja de plata la apertura del mercado de pólizas de ‘workers compensation’, que es una de las líneas de cubiertas más importantes que ofrece la empresa HUB International y su filial en Puerto Rico, HUB International CLC, LLC, directamente vinculada al presidente de la Junta de Control Fiscal”, detalló el legislador.
A su juicio, “con cada intento de complacer a quien no tiene fundamentos para sustentar sus caprichos de negocio, se le da un premio mayor a Carrión por no tener un solo resultado de beneficio a los puertorriqueños por los pasados dos años”.
Cruz Busgos insistió en que “la petición es que dejen de inventar alternativas a un asunto que no es problema y cuya discusión surge como un intento manifiesto de hacer negocios que favorecen a muy pocos, en particular a Carrión. Esa denuncia no ha sido contestada, como tampoco se ha refutado el hecho de que la eliminación de la Ley 80 no tiene impacto en la economía”.
Por último advirtió que “la improvisación, unida a la presión injusta y sin fundamento, tiene como resultado medidas cada vez más dañinas y que, lejos de atender el problema fundamental, lo complica”. INS
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