P. Rico-Comunidades y organizaciones ambientales exigen remoción de todas las cenizas de carbón de la isla y el cierre de AES

San Juan, 16 mar (INS).- Ante la impactante evidencia científica sobre la contaminación de aguas subterráneas en Guayama con metales tóxicos y particulado radiactivo de las cenizas de carbón, diversas organizaciones y comunidades exigieron la remoción de todas las cenizas desparramadas por la isla.

Esto incluye “la inmensa montaña de residuos acumulada en la planta de la empresa AES, y el cierre definitivo de sus instalaciones”.

Un trabajo investigativo de La Perla del Sur y el Centro de Periodismo Investigativo reveló que indicios de radiactividad, además de rastros de arsénico, cromo, selenio y molibdeno han sido descubiertos en las aguas subterráneas de AES en Guayama.

El estudio, pagado por AES y realizado entre agosto y noviembre pasado por orden de la Environmental Protection Agency (EPA), “evidencia que la montaña de cenizas está liberando cantidades elevadas de químicos al agua subterránea y que esa contaminación ya se desplaza del lugar, incluso en dirección al mar”.

La portavoz del Campamento contra las Cenizas en Peñuelas, Yanina Moreno Febles, aseguró que los hallazgos de contaminación descubiertos en el informe pagado por la propia AES “desvela todas las mentiras que la empresa carbonera ha esbozado durante años”.

“Una vez más queda al descubierto la realidad sobre las cenizas de carbón: sí son tóxicas, permiten la lixiviación de sus elementos tóxicos y radioactivos hacia los acuíferos, y no son una piedra sólida e inocua como ha insistido AES, sino un polvillo que se degrada con el paso del agua, y es transportada por el viento. AES ha contaminado nuestro aire, suelos y acuíferos. ¿Qué más hay que esperar? Hay que detener inmediatamente la generación de estas cenizas”, aseveró Moreno.

Mientras, Víctor Alvarado Guzmán, del Comité Diálogo Ambiental de Salinas, dijo que los acuíferos de 14 pueblos podrían estar amenazados por la contaminación de los metales pesados y desechos radioactivos del carbón.

Alvarado Guzmán señaló que “entre los años 2004 y 2017, la carbonera AES desparramó sobre 2.4 millones de toneladas de cenizas tóxicas en nuestra isla. Catorce pueblos fueron impactados por el depósitos de cenizas tóxicas, cuyos acuíferos podrían estar ya contaminados y cerca de algunos de estos depósitos hay ríos y quebradas, por lo que la contaminación pudiera expandirse”.

Los pueblos son San Juan, Dorado, Toa Alta, Caguas, Ponce, Guayama, Salinas, Arroyo, Santa Isabel, Coamo, Peñuelas, Juncos, Mayagüez y Humacao.

Agregó que “la Junta de Calidad Ambiental (JCA), la EPA y el Departamento de Salud deben establecer con urgencia un protocolo de emergencia en los pueblos en donde se han transportado, usado como relleno, y depositado cenizas en los últimos 14 años, y comenzar un proceso inmediato de monitoreo y remediación”.

Aparte, Timmy Boyle, portavoz de la Alianza Comunitaria y Ambiental del Sur Este (Acase), exigió a las agencias estatales y federales tomar acción inmediata.

“Desde el 2011, la EPA ya había manifestado su preocupación por la posible contaminación de los acuíferos y no hizo nada. El año pasado, ante el inminente paso de los huracanes Irma y María, la JCA ordenó a la carbonera AES tapar la montaña de cenizas que tiene a la intemperie en su patio trasero y la empresa se negó temerariamente a cumplir”, recordó.

Advirtió que “en pocos meses comienza la temporada de huracanes y las cenizas siguen al descubierto. Además, según el informe revelado, hubo un alza de 100 por ciento de arsénico en el agua luego del paso del huracán María. El incumplimiento de AES provocó más contaminación”.

Los líderes de Peñuelas, Salinas y Humacao exigieron que se clasifique las cenizas de carbón como desperdicio peligroso, se cambien las inadecuadas pruebas de Toxicity Characteristic Leaching Procedure (TCLP) y Synthetic Precipitation Leaching Procedure (SPLP) por el método Leaching Environmental Assessment Framework (LEAF).

También, realizarle pruebas de radioactividad a los residuos de carbón, comenzar un proceso de monitoreo y remediación en los pueblos donde se ha depositado cenizas, remover todas las cenizas depositadas en Puerto Rico y cerrar definitivamente la planta de carbón.

En otro ámbito, José M. Díaz, portavoz del Comité Pro Salud, Desarrollo y Ambiente de Tallaboa, Inc., emplazó al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, a que se enmiende la Ley 40-2017.

“Tras esta prueba irrefutable del peligro que constituye el depósito de cenizas, es necesario que se enmiende la Ley 40-2017.  Emplazamos a los presidentes de Cámara y Senado a que aprueben los proyectos del senador Juan Dalmau y del representante Denis Márquez para establecer claramente la prohibición del depósito y uso de cenizas en la isla”, apuntó.

Añadió que “aquellos legisladores que se arrepintieron de haber apoyado un proyecto defectuoso, tienen la oportunidad de enmendar su error. Emplazamos al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, a que proteja y dé a respetar nuestras comunidades y que informe al pueblo los resultados de la investigación sobre las enmiendas al contrato entre AES y la Autoridad de Energía Eléctrica”. INS

aa