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Santo Domingo, 7 jul (INS).- La Iglesia Católica, a través de la Conferencia del Episcopado Dominicano, exhortó al Consejo Nacional de la Magistratura a que haga mayores esfuerzos por la institucionalización de la justicia, ante la corrupción que afecta la convivencia pacífica nacional e impedir que alguien pueda ir a los cargos públicos a enriquecerse ilícitamente.
El llamado surge cuando el Consejo Nacional de la Magistratura se propone escoger a los nuevos jueces para las altas cortes.
Miembros de la Conferencia del Episcopado Dominicano. Inter News Service
El organismo ya preseleccionó a 85 candidatos a magistrados del Tribunal Superior Electoral y la Suprema Corte de Justicia.
Los obispos aconsejaron elegir a los magistrados “con un alto sentido patriótico, procurando que sean personas idóneas por su capacidad profesional, su honestidad, integridad moral e imparcialidad política”.
En un comunicado, la Conferencia del Episcopado Dominicano dice que esa conducta “priva a amplios sectores de la población del acceso a la alimentación, salud, educación, y la vivienda”, y dijeron que “ven con buenos ojos” que cada vez más la ciudadanía se empodera y toma parte más activa en la lucha contra la corrupción.
“En este contexto, queremos animar a todos los actores de nuestro sistema de justicia a procurar un mayor fortalecimiento de este poder del Estado. De modo particular, exhortamos al Consejo Nacional de la Magistratura a proceder en la escogencia de los nuevos miembros para las Altas Cortes, con un alto sentido patriótico, procurando que sean personas idóneas por su capacidad profesional, su honestidad, integridad moral e imparcialidad política”, indicaron los obispos en el documento.
Dijeron, por otro lado, que ante la campaña mediática de algunos sectores para favorecer la legitimación del aborto, ellos son conscientes de las presiones políticas, nacionales e internacionales a las que en muchas ocasiones son sometidos los legisladores.
“Legislar a favor del aborto va en contra de la misma naturaleza y de la Constitución de la República. Sería un grave error dejar entrar en nuestra legislación una acción que vaya directamente en contra de la vida y del orden institucional”, adujeron.
Pidieron a los “auténticos católicos, a los hombres y mujeres de buena voluntad” no dejarse persuadir por las “campañas agresivas” para convencer a la sociedad de que con la despenalización de la interrupción del embarazo se defienden los derechos y la dignidad de la mujer y se reduce la mortalidad materna.
También solicitaron a los diputados ratificar la decisión del Senado sobre la penalización del aborto para que finalmente “podamos tener un Código Penal, pieza jurídica que por años ha estado reclamando la sociedad dominicana”.
Ese hemiciclo aprobó la pieza excluyendo las causales sugeridas por el Poder Ejecutivo para permitir la interrupción del parto cuando el embarazo sea fruto de un incesto, de una violación o deformación congénita del feto.
En torno a la violencia que afecta al país, los obispos pidieron unidad para crear un clima de paz.
“Valoremos y respetemos la dignidad de cada ser humano. Veamos al otro como a un verdadero hermano. Luchemos todos juntos y sin desmayo por la paz social y el buen entendimiento. Mantengamos la unidad en la diversidad, sin dejar de reconocer y aceptar la diferencia entre las personas”, plantearon en el texto. INS
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