R. Dominicana-Procuraduría determina que está vivo y desaparecido un reo declarado muerto a través de un acta de defunción falsa

Santo Domingo, 4 oct (INS).- La Procuraduría General de la República determinó que está vivo, aunque desconoce el paradero, un hombre condenado a 30 años de prisión por el asesinato de un ciudadano español y que para evadir la cárcel fue declarado muerto a través de un acta de defunción falsa.
Se trata de Pedro Alejandro “Quirinito” Castillo Paniagua, encarcelado por la muerte del español español Gustavo Adolfo Cervantes (“Waikiki”).
Castillo Paniagua, de quien se dice fue sacado del país mediante trámites irregulares, es sobrino del narcotraficante y excapitán del Ejército, Quirino Ernesto Paulino Castillo, quien hace poco fue excarcelado en los Estados Unidos tras ser condenado por narcotráfico.
En principio se puso a circular el rumor del supuesto fallecimiento del presidiario, cuyo cadáver nunca fue entregado a los familiares, lo que generó sospechas entre los diversos sectores de opinión pública que pidieron a las autoridades investigar el caso.
Aún circulan versiones que conducen a que Castillo Paniagua habría abandonado el territorio dominicano hacia destinos hasta ahora desconocidos en una operación que involucra a policías, abogados, jueces, fiscales, médicos y autoridades penitenciarias.
Los investigadores trataron de determinar si este falleció realmente o fue una maniobra para ponerlo en libertad de manera irregular, su declaratoria de fallecimiento a través de un acta de defunción falsa.
En un comunicado de prensa, la Procuraduría explicó que tras una investigación se determinó que “Quirinito no ha muerto” y solicitó a los organismos de inteligencia del país, así como a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), una orden de captura nacional e internacional.
De inmediato, el máximo organismo del Ministerio Público suspendió, y no descarta someter a la justicia, al médico legista Orlando Herrera Robles, quien certificó la muerte del imputado a causa de un alegado infarto al miocardio, el pasado 5 de  julio y,  en base a eso,  un día después fue expedida el acta de defunción No. 00239, Folio 0039.
“Durante las indagaciones han sido interrogadas autoridades actuantes, entre las cuales figuran jueces, fiscales, personal penitenciario y médicos, quienes han negado haber actuado en contubernio, alegando que de encontrarse vivo Castillo Paniagua, fueron sorprendidos en su buena fe”, dice el escrito.
La Procuraduría indicó que al momento de su supuesta muerte, el reo se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria en el municipio de San Francisco de Macorís (noreste), por disposición de la juez de Ejecución de la Pena de esa demarcación, Aleida Jiménez Acosta, que el 26 de mayo del presente año emitió la decisión mediante sentencia número 136-01-2017-SSEN-00064.
Dijo, además, que “esta decisión judicial cambió el régimen de cumplimento de la condena a 30 años por homicidio de Castillo Paniagua y fue la disposición de la jueza Aleida Jiménez Acosta que ordenó sacarlo del Centro de Corrección y Rehabilitación Vista al Valle para recluirlo en una vivienda situada en el residencial Bety Marie, del sector Paseo de los Ríos, en el municipio cabecera de la provincia Duarte”.
La institución señala, además, que en el transcurso de la investigación ha interrogado a más de 12 personas y han realizado numerosas visitas y descensos. Además, se han obtenido varios documentos en instituciones públicas y privadas, encontrándose esta documentación e información bajo evaluación dentro del proceso.
Precisó en ese orden, que uno de los interrogados fue el padre de Castillo Paniagua, el señor Rafael Castillo Ramírez, quien al ser cuestionado informó a las autoridades “que su hijo no está muerto porque de haber fallecido le hubiesen entregado el cadáver”.
De igual manera, dijo que fue interrogada la esposa de “Quirinito”, Jennifer Esthefani Domínguez de Castillo, quien declaró “que su esposo murió en su residencia, en horas de la mañana del pasado 5 de julio del presente año, y que no estaba en disposición de decirle a las autoridades quién se llevó el cadáver ni dónde está enterrado”. INS
mv